miércoles, 7 de enero de 2009

Sankt Gotthard (2/10)

La magnitud del paisaje al norte de Bellinzona es increíble. La vista de las montañas, con las cimas perdiéndose entre las nubes, vale todo el viaje. Es indescriptible, los valles que cortan la cadena se extienden hacia arriba hasta perderse ellos mismos en la distancia, y los picos se suceden uno tras otro separados por la neblina. El anochecer, la humedad, las nubes bajas, el silencio, crean un paisaje irreal, como si nos perdiéramos en el tiempo, y el tren y los puentes estuvieran fuera de lugar. Los pilares de la autopista, cruzando valles a varias decenas de metros de altura, son dignos de los salones de Moria... de hecho todo parece estar sacado de los libros de Tolkien... Justo después de pasar Airolo, el San Gotardo nos traga. Recién ocho minutos después saldremos despedidos de las entrañas de la montaña, al norte de los Alpes. Goeschenen y Wassen, con su iglesia como en exposición en la cima de una colina, nos aguardan del otro lado.

martes, 6 de enero de 2009

La Suiza italiana (29/09 al 02/10)

Habiéndome despedido de Berna a la tardecita, enfilé para el sudeste de Suiza, a la parte italiana. Con base en Mendrisio, casi en la frontera, con una amiga que estaba allá de vacaciones/estudio visitamos la zona durante 3 días.

Arrancamos el día 1 por Milano. Gran ciudad del norte italiano, no abunda en lugares turísticos (al menos, no de los bonitos). Los puntos más destacables son el Duomo (buena atmósfera adentro), el Castello Sforzesco (con algunos pasajes internos realmente bien conservados), y La última cena (para la cual no sólo hay que pagar para verla, sino además reservar con una semana de anticipación...). Volviendo para Suiza hicimos una parada en Como, que promete usualmente idílicas postales de lagos entre montañas (si no fuera por las nubes bajas que cubren todo...)

El segundo día corresponde al Miami suizo, Locarno y Ascona. Palmeras, turistas, lanchas en el lago... realmente lo único que faltaba era que los de Miami Vice se bajaran de un superdeportivo blanco... Lamentablemente el tiempo nublado siguió haciendo de las suyas y apagó un poco las vistas, pero la zona no defrauda.

El último día, Lugano (chocolates) y Bellinzona. Esta última ciudad tiene tres castillos, antiguos restos de un gran complejo de defensas que rodeaba toda la ciudad. En parte restaurados, lo más fascinante es que en muchos puntos se puede acceder a lugares que en otros castillos sólo se puede soñar, como por ejemplo caminar por dentro de las murallas y acceder a los puestos de vigilancia dentro de las torres.

Poco tiempo para tanto pueblo, pero debo seguir camino hacia el norte...

Update: Fotos del sur de Suiza (parte 1)
Update: Fotos del sur de Suiza (parte 2)

domingo, 4 de enero de 2009

La vieja Berna (29/9)

Bien dormido en un hostel (Bern Backpackers, recomendable) salí a recorrer la ciudad y verificar si la primera impresión de ayer había sido correcta. Y efectivamente lo era...

El casco antiguo de la ciudad está muy bien cuidado y, si bien no faltan los pasadizos, se caracteriza por tener calles amplias y luminosas (y llenas de fuentes y tranvías). Al estar rodeada por el río Aare y elevada respecto de él, la vista desde los distintos puentes y desde la otra orilla es espectacular (salvo por las grúas nuestras de cada día...). Básicamente me dediqué a seguir, lentamente y sin mezquinarle a los desvíos, el recorrido sugerido en el mapa (turístico) de la ciudad (nota: los museos cierran los lunes). No hay un punto especial para visitar, hay que caminar y apreciar toda la ciudad vieja para conocerla.

Update: Fotos de Berna
Update: Fotos del Jardín de las Rosas

Berna de noche! (28/9)

Después de la media decepción de Ginebra, llegar a Berna de noche (21:30) y recorrerla un poco fue una muy grata sorpresa. Creo que me va a gustar esta ciudad...

Genève (28/9)

Pasé todo el día en Ginebra, ciudad que mezcla un núcleo histórico de edificios antiguos con edificaciones modernas de dudosa belleza (por no decir que arquitectónicamente no es una ciudad que valga la pena). Después de una media hora de dar vueltas para ubicarme (y darme cuenta de que de hecho había un mapa en los horarios de tren que tenía en el bolsillo...), estuve caminando por el casco antiguo, con su infaltable catedral protestante y algunos callejones dignos de recorrer, hasta pasado el mediodía. Después de almorzar me dediqué a recorrer ambas márgenes del lago Léman: el puerto (deportivo), la Société Nautique de Genève (defensor de la Copa del América), el jet de agua mais grande do mundo (140 metros de altura), el (los) faros... El paseo incluyó también un pequeño cruce del lago en barquito (colectivo). Para cerrar, fui a ver de afuera el edificio de la ONU (creí que era más alto, diría Tigger...) y volví a la estación de tren para continuar el viaje. Para las 20hs la noche caía y yo recorría la costa del Lac Léman hacia Berna (en tren, obvio).

Update: Fotos de Ginebra

Before the sunrise (28/9)

Con la noche todavía cubriendo París (6:30 AM) salgo de la Cité hacia Gare de Lyon. Subo al tren (TGV "Lyria" Paris-Geneve, primera clase: las ofertas de SNCF) a las 6:55, sobradísimo de tiempo para la puntualidad ferroviaria francesa. Requieren, textualmente, "para un mejor servicio y puntualidad estar arriba 2 minutos antes del horario de partida"... El tren sale 7:10 en punto, acelerando lentamente con el amanecer de fondo. 20 minutos más tarde, cuando los últimos barrios de la banlieue parisienne han quedado atrás, zumba a más de 300 km/h por la campiña francesa.

Recapitulando

Como es evidente de mi silencio, la conexión a internet / tiempo necesario para seguir con el blog durante el resto del viaje fueron nulos (literalmente). Así que ahora, desde la comodidad de las vacaciones de verano, termino mi descripción basado en notas y recuerdos...