sábado, 27 de septiembre de 2008

Más al norte todavía

Aprovecho una de mis últimas noches en París para la reseña del domingo pasado.

El objetivo del día: la zona de Chantilly, unos 40km al norte de París. Puntos interesantes son el Château de Chantilly, la Forêt de Chantilly (que se extiende hacia el sur-oeste), y el pueblito de Senlis (al oeste, lleno de arquitectura medieval y con una gran catedral).

La cosa empezó mal porque perdí el RER que salía más temprano y tuve que "gastar" una hora y media en la zona de Gare du Nord esperando que saliera el siguiente (nota para la próxima: también hay trenes de media distancia que van a Chantilly, tienen muchas más frecuencias, son más rápidos y más baratos, eso me pasa por sacar el boleto antes :-( ). Así que las actividades se redujeron sólo a la visita del castillo y su parque.

El castillo no es la gran cosa por dentro (destaca la biblioteca de libros antiguos y la capilla), pero la vista desde afuera está buena, sobre todo al atardecer. El parque es muy bonito, con distintos estilos de jardines dependiendo de la época en que fueron siendo preparados, y las infaltables fuentes y canales (según se dice, fuente de mucha de la inspiración del castillo de Versailles). Si bien la famosa crema fue inventada en otro lado, tomó el nombre de este castillo al convertirse su inventor (François Vatel) en maestro de ceremonias y chef del mismo (la historia de su muerte es bastante interesante).

De cualquier forma, el precio de unas frutillas con crema en el restaurant del parque es absurdo...

Update: Fotos del paseo por el Château de Chantilly

domingo, 21 de septiembre de 2008

Al norte de París

Como a menos que me den un permiso especial no puedo entrar al laboratorio, los fines de semana son de paseo. Hoy al norte de París, por fuera de los "límites" de la ciudad. Durante la tarde fui al aeródromo de Le Bourget, donde se encuentra el Musée de l'Air et de l'Espace. Debo decir que me esperaba algo más después de ver los carteles a la entrada de "el más grande de todos", pero bueno, los aviones son cosas grandes que se comen rápidamente la superficie de cualquier museo :-). Son especialmente recomendables los pabellones de los inicios de la aviación (sí, esas cosas efectivamente volaban), la parte dedicada a Saint-Exupéry, el pabellón espacial, y el dedicado a los aviones de la segunda guerra (pocos aviones, pero de nombres míticos). Obviamente no hay que dejar de visitar el Concorde (aunque no se si vale la pena pagar para subirse, yo no lo hice), y pararse bajo el ala de un 747 no es algo que se pueda hacer todos los días... En el playón externo, además del 747 y otros aviones, hay una réplica tamaño natural de un cohete Ariane 5.

A la salida me desvié un poco (mucho) de la ruta para ir a la Basílica de Saint-Denis, sepulcro por casi mil años de los reyes de Francia. Pero llegué demasiado tarde y ya habían cerrado, queda para otra ocasión.

Update: Fotos del Museo del Aire y del Espacio
Update: Fotos de la Basílica de Saint-Denis

Pesadilla 5

Y la palabra de la semana es improductiva. En el post anterior me preguntaba qué me depararía la semana de mediciones con bastante esperanza. Y después de un comienzo prometedor el lunes, el pronóstico no hizo más que empeorar. Tres días de perder el tiempo con problemas de logística/equipos no es una buena forma de gastar el (poco) tiempo que tengo...

Lo bueno es que queda una semana, cinco días hábiles. Esas son 120 horas aprovechables ;-)